Acá en nuestra casa, el aroma te
recibe y la calidez te envuelve.


En Oxalis, cada rincón fue
pensado para que vuelvas.
Te esperamos.
Detrás de su tono de voz sereno se esconde el trabajador incansable. Detrás de su sencillez habita la exigencia que a veces le quita el sueño, pero que a su vez lo llevó a volar entre los aromas y sabores de las cocinas más sofisticadas de Europa. Fernando Lo Coco no lo dice, pero más allá de su extenso recorrido como chef, él todavía se juega todo en cada plato. Y un comensal podrá darse cuenta de ello porque, a pesar de los premios que llevan su nombre, aún es posible hacerlo vibrar con un halago sentido.

PINAMAR (Enviada especial).- Fernando Lo Coco entra a su local con un lechón al hombro. “Me estaban esperando, estaba listo. Es así”, dice. Diluvia, pero igual se fue a un campo a más de 30 kilómetros para buscar el lechón que le habían preparado. Casa Oxalis “es así”, sin rutina, cambiante, con lo autóctono.
Después de llenar su repisa de premios, estudiar en Francia y aprender de los mejores, hace ya algunos años que Lo Coco está cerca del punto cero. Durante la pandemia abrió Casa Oxalis, en De las Burriquetas 248, en Pinamar, a una cuadra del mar. Y a unos pocos kilómetros de General Madariaga, donde nació.

En cada detalle, en cada sabor, hay una historia de esfuerzo, aprendizaje y amor por lo que hacemos. No creemos en atajos, sino en el valor del tiempo, la dedicación y el respeto por los productos y las personas. Soñamos con ser un lugar al que quieras volver, no por lujo, sino por la calidez con la que te recibimos y la honestidad con la que cocinamos. Seguimos creciendo, siempre con los pies en la tierra y el corazón en la cocina.